NADIE SE DIO CUENTA DE NADA (Reflexión)

Eran las 7 de la mañana, colectivo de la línea 113 interno 18, San Justo, cerca de la universidad de la Matanza. Dentro del vehículo, colectivero escuchando a Santiago Del Moro a todo volumen. Marisa, una de las pasajeras hablando con su novio por el celular -Si Juan, ¡Claro que te quiero!. Rubén, otro pasajero, vista fija en su celular, jueguito tipo tetris, el mundo a su alrededor gira en eso. Lorena, otra pasajera, celular en la mano, auriculares de última generación un tema de Dadee Yankee resonando en su cabeza. Gastón, otro pasajero, tecleando de una manera frenética un mensaje para su grupo de watts app. Lidia, otra pasajera hablando por su celular -Ya estoy llegando señora, me falta un ratito. Dolores, otra pasajera terminando de ver una novela por una conocida aplicación de series y películas en su celular. Cruce de vía, barrera baja, tren, nadie se dio cuenta de nada.

Colectivo de la línea 113, interno 30, Pablo, uno de los pasajeros escucha por la radio, es hora del informativo. "El colectivo de la línea 113, interno 18 cruzó la barrera baja y fue embestido por una formación que iba hacia González Catán", vuelve la música a sus oídos, un tema de Ricky Martin suena fuerte "La mordidita" No prestó atención ni escuchó las sirenas...

Nadie se dio cuenta de nada, a unos metros solo había, sangre, cuerpos destrozados, hierros retorcidos, muerte...

Reflexión: Volvamos aunque sea por un rato a observar qué pasa a nuestro alrededor, quizás, alguien podía haber gritado, alertado, qué se yo, algo...  

Ah, es solo una ficción, pero podría ser una realidad...