EL SEÑOR PÁNICO (REFLEXIÓN)




El nudo en la garganta, temores que aparecen de la nada,
sintomas que me atrapan.

De pronto, todo depende de la mente, mi mente, que lucha por salir airosa defendiendo con ferocidad mi raciocinio. Y entonces, ese monstruo agazapado vuelve a desaparecer tan fugazmente como llegó y vuelvo a respirar aliviado. Una vez más lo he derrotado, pero regresará e insistirá cuando a él se le antoje.



Por que el señor Pánico nunca se da por vencido...



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