MIS PALABRAS
No soy nada más que una falsa imitación
del que fui en el ayer.
Y el tiempo dejó sus marcas en el brillante infinito de mis pensamientos haciéndome derramar un grito agónico hacia el firmamento cargado de mis propias palabras.
De pronto, el amor y la nostalgia hurgan en mi pasado como una suave brisa pronta a morir con la noche.
Pero nadie más que ellas con su enorme inmensidad podrán revivirme a diario para que logre recuperar mi pasión por escribir esas letras que me atraparán convirtiéndose en nuevas palabras...
Comentarios