EL INTENDENTE






Era un pueblo fronterizo, pequeño y tranquilo del norte argentino y sus habitantes se conocían de toda la vida. Sin embargo, y en los últimos años, la corrupción y la violencia se habían apoderado de la paz del lugar.

Un nefasto y vil Intendente gobernaba a sus anchas desde hacía varios años permitiendo toda clase de negociados que se producían debido a que por allí pasaban innumerables cargamentos  y traslados de todo tipo. Drogas, Contrabando, Mujeres secuestradas para prostituirlas. Chicos comprados o robados a sus familias eran algunos de los tantos ilícitos que a diarío se cometían. En el país vecino sucedía lo mismo ya que el que llevaba las riendas de la administración era otro personaje tan siniestro y corrupto como él y todo se había convertido en un descontrol al que nadie podía ponerle freno.  

Las elecciones siempre eran ganadas por este destestable personaje debido a que fraguaba las votaciones o presionaba a los habitantes que en su mayoría trabajaban en la Intendencia amenazándolos con que perderían sus puestos si él no seguía gobernando.

Sin embargo todavía existía mucha gente que deseaba un cambio para vivir en paz y dedicarse honestamente a las tareas rurales que antaño habían sido la principal actividad económica del pueblo. Entre ellos se encontraba Ramón Castro, un hombre digno, que se presentaba a cada elección para hacerse de la Intendencia pero que nunca pudo ganarla debido a lo dicho anteriormente.

Pero un día se produjo un hecho que lo cambió todo. Una joven falleció por una sobredosis de drogas en una fiesta desarrollada en la mansión del Intendente y este hecho tuvo tal repercución nacional que pronto este señor tuvo que renunciar y someterse a un Juicio político. Su segundo en el mando, tan corrupto como él, intentó quedarse en el poder pero una decisión del Gobierno Nacional se lo impidió ordenándole que llamara a elecciones en un plazo no mayor de treinta días. Estas, por lógica, fueron ganadas ampliamente por Ramón Castro quien se alzó con la victoria por el setenta por ciento de los votos.

El nuevo Intendente comenzó a trabajar de inmediato gestionando con gran honradez pero muchos de los que trabajaban en actividades espurias para la anterior administración le hicieron la vida imposible. Además, la policía local que también era fiel al viejo Intendente no cumplía debidamente con su deber y entonces todo continuó siendo como antes.

Los delitos siguieron produciéndose frecuentemente y el nuevo Intendente tuvo que tomar medidas extremas para tratar de que esos miserables no se salieran con la suya. En principio, cerró todos los locales nocturnos dónde se ejercía la prostitución mediante la trata de personas y poco después tambien clausuró al único casino que había en el pueblo. También realizó severos controles en el paso fronterizo y logró frenar el contrabando e ingreso de drogas al territorio.

Este hecho no hizo más que enfurecer a sus opositores que mediante varios atentados intentaron asesinar a quién deseaba cambiar de una vez por todas las cosas. Entonces, Ramón Castro, hizo un llamado a la ciudadanía para que lo ayudaran a luchar contra esas lacras que pretendían continuar con el caos y poco tiempo despues creó un grupo llamado HONESTIDAD al que se sumaron miles de personas. Antes de esto relevó al Jefe policial y pidió al Gobierno central que le enviaran a la Gendarmería para hacerse cargo de la seguridad de la población. 

Pocos días después el Poder central  le envió a treinta gendarmes que no fueron suficientes para combatir el delito aunque uno de ellos llamado Hector Poloni se comprometió para ayudar al nuevo Intendente y se encargó personalmente de reclutar e instruir a los ciudadanos de HONESTIDAD para defender al pueblo de los continuos atentados y ataques que perpetraban los delincuentes intentando por todos los medios desestabilizar al nuevo gobierno.

Pero como sucede en estos casos, el Gobierno Nacional optó por mantenerse al margen de la disputa y siguió impávido los acontecimientos sin intervenir ya que no deseaba mezclarse en una problemática de tipo doméstico, según lo anunciado a todos los medios. 

El Intendente Castro y el Oficial Poloni junto al grupo HONESTIDAD repelieron varios ataques a la Comuna por parte de los delincuentes donde luego de sangrientos combates hubo muertos de ambos bandos.

En poco tiempo todo se convirtió en tierra de nadie y una guerra civil comenzó a desarrollarse en el pequeño poblado. Lamentablemente, los delincuentes contaban con mayor armamento y estructura militar logrando en poco tiempo doblegar a sus adversarios y destituir al nuevo Jefe comunal para luego realizar una bochornosa asamblea legislativa que repuso en su cargo al anterior Intendente.

Ramón Castro y el Oficial Poloni fueron apresados y el Gendarme regresó a la central de su repartición siendo poco después dado de baja de la fuerza.

Al Jefe comunal se le realizó un Juicio político en tiempo récord y pronto tuvo que marcharse del pueblo en el que había vivido toda su vida y suspendido para ejercer cargos públicos por 15 años. Los integrantes de Honestidad corrieron la misma suerte aunque a estos no les quedó otra que marcharse debido a las reiteradas amenazas de muerte que recibieron. 

El Gobierno Nacional se proclamó a favor del viejo y corrupto Intendente aduciendo que las elecciones que legítimamanete habian sido ganadas por Castro fueron en un marco de gran irregularidad y le enviaron un mensaje felicitándolo y deseándole la mejor de las suertes en su nueva gestión.

Todo lo que les haya parecido real en este relato es pura coincidencia. O no...











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