EXPERIENCIAS DE UN ESCRITOR AFICIONADO EPISODIO 4
UNA HISTORIA BASADA EN HECHOS REALES
Siguiendo el sabio consejo de mi amada esposa me dispuse a realizar el llamado a la sucursal del correo donde supuestamente y según los dichos de Fulanito se encontraba mi tesoro.
A continuación transcribo la conversación que sostuvimos entre el empleado de sector de encomiendas y quién les escribe:
- Correo Argentino sucursal 14-dijo una voz femenina- ¿En qué podemos ayudarlo?
- Buenas tardes Señorita-dije-Desearía conversar con algún encargado del sector encomiendas
- Aguarde un momento por favor(música clásica de fondo por unos tres minutos hasta que escuché nuevamente a la voz femenina) ¿Señor? No atienden el interno. ¿Podría usted llamar en unos minutos?
- Disculpeme señorita-dije en un tono más firme- ¿Usted puede indicarme en cuanto tiempo? Son las diez de la mañana y tendrían que estar allí trabajando.
- Intentaré nuevamente-contestó ella con cierto fastidio-
- Es usted muy amable-le expresé.(musica clásica de fondo por otros tres minutos)
- Encomiendas, buenos días-se escuchó la voz de un hombre.
- Buenos días-saludé-Necesito saber de una encomienda que llegó a mi nombre desde la Editorial bk de España
- Necesito su nombre completo y número de envio por favor
- Jorge Iglesias y el envio es 0000000
- Aguarde un momento por favor(música clásica por otros tres minutos)
¿Señor?-se escuchó.
- Digame
- Según nuestros registros, esta encomienda llegó hace 60 dias y fue regresada a la sucursal luego de cuatro visitas realizadas por el cartero en el domicilio sin hallar a nadie en él
- ¿Perdón?
- No me escucha?
- Si perfectamente. ¿Cómo que el cartero visitó el domicilio cuatro veces y no halló a nadie si siempre en mi casa hay alguien?
- Está en los registros
- Disculpeme. Pero si el cartero visitó mi domicilio como figura en sus registros y por normativas. ¿No debería haberme dejado un aviso informándome de esto?
- Efectivamente
- ¿Entonces digame por qué nunca he recibido nada?
- Ya eso forma parte de otro sector señor y deberá realizar el correspondiente reclamo a ellos
Mi presión arterial comenzó a elevarse, mis nervios también y la bronca lentamente se apoderó de mí como si fuese David Banner a punto de convertirse en el Increible Hulk.
Ante mi silencio el empleado pensó que había cortado la comunicación.
-Señor se encuentra usted allí? -preguntó.
Me recompuse un poco, tomé aire y respondí.
- Aquí estoy
- ¿Quiere que le pase con el sector de reclamos?
- No, gracias-respondí- Solo quiero consultarle algo más
- Lo escucho
- ¿Mi encomienda aún está allí?
- No señor. Ha sido regresada a origen hace unos veinte días.
- ¿Regresada a origen? ¡Es una locura!
- Son las reglas
No quise discutir con el empleado. A fin de cuentas el mal nacido había sido el cartero que jamás pasó por mi casa e informó lo contrario (estas cosas suceden a menudo) y la responsabilidad también era de la editorial por no informarme convenientemente de esto.
Pero si mi libro había regresado a España ¿Cómo podía ser que nadie supiera de lo ocurrido? ¿Cómo podía ser que no hubiese registros de devoluciones?
Eran muchas preguntas sin respuestas y lo único importante era que nunca más tendría en mis manos a mi primer libro (al menos fue lo que pensé en ese momento)
Lógicamente que mi bronca iba a recaer en Fulanito primero por no responder a tiempo mis e-mail y también en el Correo por su inoperancia o mejor dicho por tener empleados de esa calaña trabajando para ellos.
Pero lo primero es lo primero-me dije- Y descargué mi furia en un mail que envié a Fulanito diciéndole de todo. Como muchos de mis dichos fueron irreproducibles obviaré esos detalles para la protección de los menores.
La respuesta esta vez no tardó en llegar y era lógico. El tipo tenía todo a su favor para lavarse las manos echándole la culpa al Correo y desligarse prontamente de su responsabilidad del tema.
A continuación les transcribo su respuesta:
"Señor Iglesias" (Ahora había desaparecido el estimado)
Cómo verá, nuestra Editorial bk ha cumplido con usted eficientemente¿? y no fue responsabilidad nuestra lo ocurrido aunque igualmente le agradecemos el haber publicado su libro con nosotros. Le sugiero que inicie un nuevo trámite y le enviaremos su ejemplar a la brevedad.
Atentamente
Fulanito
¿Un nuevo trámite? ¿Otra vez lo mismo?
Ni borracho ¡Qué se váyan al demonio! -me dije a mí mismo mientras releía el e-mail una y otra vez.
Pero el destino esta vez jugaría a mi favor ya que al leer en el final de la misiva de Fulanito encontré luego de su firma el nombre de una empresa llamada
ID impresiones.
continuará...
Nota del autor:
El escrito fue más largo de lo que pensaba. Mañana sí será el final de la historia. Pido las disculpas del caso.
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