TE AMO SAN LORENZO DE ALMAGRO





Hoy al ver que mi querido club está ante el evento futbolístico más importante de su historia (Mundial de clubes) Rememoré muchos de los momentos vividos con mi querido Ciclón de Boedo. Desde que naci (Por que naci cuervo) Por mis abuelos. Por mis viejos y por alguno de mis tios y amigos que desde muy chico me inculcaron la pasión por esos colores tan distintos a los demás nada fue igual para mi. Vuelve de pronto a mi cabeza el recuerdo de una tarde en mi barrio cuando estando reunido con mi primer grupo de amigos de la infancia (todos ellos furiosos bosteros) trataban de convencerme para que me hiciera de Boca (Si hasta me presionaron para que elija entre ellos y mi querido y amado San lorenzo). Y yo, con mis siete años de edad, me les planté y les aposté que si nos ganaban al domingo siguiente (se jugaba el clásico) me convertiria en algo que no queria ser. Y yo estaba tan seguro que ganaba el Ciclón que ni se me cruzó por la cabeza que me jugaba ni más ni menos que mi destino como hincha ¿Y como no estarlo si a Boca siempre le ganábamos?. Entonces aquel domingo nos reunimos todos alrededor de una radio spica y nos dispusimos a escuchar el partido que fue bravo, duro y dificil. Y como dagas que se clavan en el corazón recibi el primer gol de Boca 0-1. Al rato otro gol de Boca 0-2 y ya veia como aquellos amigos disfrutaban burlándose y alardeando sobre su triunfo y augurando mi conversión al club de la rivera. Pero de pronto vino un gol del Ciclón y 1-2. Al rato otro gol del Ciclón y 2-2 . Y ahí disfruté del momento más emocionante de mi hasta ese momento corta vida cuando sobre la hora y con un gol de Nicolau de tiro libre (un ex Boca) les clavamos el 3-2. Y como marca la historia volvimos a ganarles y listo. Basta de excusas. Nunca más osaron en intentar tentarme de nuevo. Ellos eran de Boca y comenzaron a entender de una vez por todas que mi pasión, mi orgullo y mi amor eran de San Lorenzo. Mi querido San Lorenzo. Qué nunca me defraudó. Qué eligió por mi como yo lo habia hecho con él desde que naci. Y aquel dia supe que pasara lo que pasara nunca más nadie osaria separarnos y que siempre estariamos juntos. Y desde ese momento lo segui, lo banqué, lo lloré, lo gozé, me enojé, pero nunca dejé de sentir amor por sus colores. Una noche del 74 yo ya tenia doce años (uhhh cuanto tiempo que pasó) Y estaba en la tribuna gritando que eramos Campeones del Nacional y la policía empezó a tirarnos gases vaya a saber porqué. Bajé corriendo con los ojos llorosos y la garganta tapada cubriéndome la boca con mi gorro tipo pochito (del CASLA obviamente) Y sin embargo me sentía feliz. Y otra tarde, pero del 81, en la cancha de Ferro no pude entrar a mi tribuna que estaba abarrotada de hinchas cuervos y me fui a la de enfrente llena de hinchas de River. Y me mezclé entre ellos y cuando el gringo Scotta les clavó el 2-1 ahogué mi grito poniéndome tan colorado que un viejo hincha del millonario que estaba a mi lado y dándose cuenta de mi estado me miró sonriendo y no me delató guiñándome un ojo y salvándome de pasar un mal momento. Y después  en aquel fatídico 15 de Agosto también del 81 no pude conseguir mi entrada para ir a Ferro. Nos jugábamos todo contra Argentinos y me tuve que volver a casa sin poder verlo, sin poder estar ahí con él en su peor momento. Y al finalizar aquel partido  que nos condenó a ese maldito descenso me sentí tan mal que lloré en el patio de mi casa abrazado a mi bandera. Y me sentí morir ahí mismo. Y lo sentí morir ahí mismo. Pero al año siguiente y como el ave fénix todos revivimos., todos supimos que teníamos que levantar al gigante. Todos lo pusimos de pie y todos, absolutamente todos los cuervos lo devolvimos al lugar que por historia le correspondía. Lo empujamos desde afuera  y nos revelamos y aguantamos los trapos (como se dice ahora) Como nadie nunca lo hizo. Por que así somos. por que nadie nunca nos regaló nada. Por que todo lo hicimos siempre desde el esfuerzo, la pasión y el amor por la camiseta. Y en los años siguientes fui a Rosario, a Santa Fe, a La Plata y hasta una noche a Quilmes en donde una piedra que le tiraron al micro en que viajaba con la hinchada casi me parte la cabeza, u otra vez en Banfield cuando fui a la cancha con mi amigo el negro Alberto en su auto con solo plata para la entrada y me perdí a la salida  teniendo que mendigar más de dos horas para poder volverme a mi casa en bondi. Y 21 años sin titulos, y la pérdida del Gasómetro en el 79 por esa dictadura nefasta, y el renacer con el nuevo Gasómetro. Y ahora la vuelta a Boedo, y el casi descenso del año 2012. Y el éxtasis del primer titulo internacional (la Mercosur) y el otro la Sudamericana y la ahora obtención de esa maldita Copa Libertadores. ¡Y el Papa Cuervo!. Y tantos momentos vividos de los buenos y de los otros. Todo, absolutamente todo, lleva marcado a fuego en mi el nombre de San Lorenzo. Por que yo le pertenezco a San Lorenzo y San Lorenzo me pertenece ni más ni menos que eso. Podria estar llenando páginas y páginas escribiendo anécdotas que a muchos de ustedes no les interesarían o quizás si. Eso no lo sé, pero quise hoy expresar mi felicidad y mezclarla con algunas anécdotas y recuerdos que marcaron mi vida con este grandioso club, mi club. Y a pesar  de que hoy ya no lo acompaño como antes ni voy a la cancha a verlo sigo sintiendo el mismo amor y la misma pasión por sus colores desde que nací. 

¡Y vamos ahora Campeón de América en el mundial de Clubes!. 
Todos los cuervos estamos con vos en este momento. Como siempre lo hicimos en las buenas y en las malas.

Y… gracias por haberme elegido. Yo te elegí también y eso es para toda la vida.



¡Te amo San Lorenzo de Almagro!  

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